La leche de almendras es una bebida vegetal que se obtiene del molido de las almendras secas y peladas, y de la posterior mezcla de estas con agua. Como vamos a ver en este artículo, es una bebida excelente para tomarla en nuestro día a día por su alto valor nutricional y por lo fácil que resulta digerirla para nuestro organismo, ya que no contiene lactosa ni gluten.
Propiedades de la leche de almendras
A continuación vamos a nombrar algunas de las propiedades beneficiosas para las personas de la leche de almendras:
- Contiene un alto nivel de fibra, tanto soluble como insoluble, que protege las paredes del intestino, y ayuda a regular la absorción de los azúcares y el colesterol.
- Como he dicho antes, no contiene ni gluten ni lactosa, por lo que es totalmente apta para celíacos e intolerantes a la lactosa.
- Es muy beneficiosa para el sistema cardiovascular ya que reduce el colesterol y los triglicéridos.
- Es de fácil digestión y muy útil cuando se tienen problemas gastrointestinales.
- Es recomendable para personas con vómitos y/o diarreas porque es rica en potasio, que es indispensable para el buen funcionamiento del organismo, ya que interviene en una gran diversidad de funciones.
- La leche de almendras es pobre en sodio, por tanto, es recomendable para aquellas personas que deban llevar una dieta baja en sodio por problemas de hipertensión o de retención de líquidos.
- Su contenido en calcio y fósforo hace que sea recomendable para casi toda la población ya que estos dos minerales son indispensables en la fase de crecimiento del organismo, en mujeres embarazadas aportándoles minerales y en gente de avanzada edad ayudándoles a combatir la osteoporosis.
Información nutricional (por cada 100 g en polvo)
- Su cantidad de proteína (11-13 g) la hace idónea para suplementar y en ocasiones complementar las proteínas de origen animal.
- Aunque las proteínas de la almendra no alcancen la calidad de las proteínas consideradas nobles (leche y huevo), tienen una composición en aminoácidos esenciales muy equilibrada.
- La leche de almendras es muy adecuada tanto para niños como para ancianos, grupos de población que consumen con cierta frecuencia alimentos de alto valor calórico pero que aportan pequeñas proporciones de aminoácidos.
- Lípidos (9,5 – 11,5 g), la almendra es muy rica en ácido linoleico que es precursor del ácido araquidónico y por tanto de las diferentes series de eicosanoides, tan importantes en el equilibrio tanto en tejidos como en órganos. Su déficit produce retraso en el crecimiento, enfermedades de la piel y alteraciones nerviosas.
- La leche de almendras también aporta mucho ácido oleico, que es el más apropiado para el mantenimiento de una adecuada proporción entre HDL y LDL.
- Según el estudio realizado por el nutriólogo norteamericano Gary Fraser, sobre una población de 34.000 personas sometidas a una dieta vegetariana baja en grasa, concluyó que las personas que comían más frutos secos, padecían menos enfermedades cardíacas.
- Fibra dietética (4,8 g), fibra insoluble 85,7% y fibra soluble 14,3%.
- Minerales Calcio 200 mg, Fósforo 220 mg, Potasio 200 mg, Magnesio 60 mg, Hierro 5 mg, Sodio 38 mg.
- Vitaminas Vit. A 210 U.I., Vit. E 15,1 mg, Vit. B1 57 µg, Vit. B2 153 µg.
- Hidratos de Carbono 60-62 g.
- Valor energético 1.680 KJ (397,5 Kcal.).
- Valor energético/vaso 84,5 Kcal.
Sabías que…
Al contrario que la leche de vaca o de otros animales, la leche de almendras no tiene que ser refrigerada para conservarse, manteniendo sus propiedades aún quedándose a temperatura ambiente.
Las contradicciones de la leche de almendras
No existe el alimento perfecto y la leche de almendras no es la excepción. Posee diversas contradicciones y efectos secundarios que se deben tener en cuenta antes de iniciar con su consumo regular.
Efectos negativos en la tiroides
Las almendras son un alimento bociógeno, lo que significa que contienen sustancias químicas naturales que pueden inhibir la correcta absorción y aprovechamiento orgánico del yodo. Esto puede dañar la tiroides.
Los alimentos de este tipo como la soya, la col, la col rizada, el lino, el brócoli y las almendras, causan que la tiroides se expanda. Cuando se consume en gran nivel, causa la formación de tumores porque uno de los productos químicos prevalentes encontrados en este tipo de vegetales bloquean el yodo.
Mientras que los bociógenicos pueden ser perjudiciales cuando se consumen en grandes cantidades, son al mismo tiempo sanos y beneficiosos para el sistema inmunológico humano. Sin embargo, para aquellos con baja función tiroidea, la restricción de consumir grandes cantidades de este tipo de alimentos es crítica. La leche de almendras debe ser evitada por las personas con riesgo de baja función tiroidea.
Ahora bien, para las personas que tienen una función saludable de la tiroides, el consumo de una cantidad moderada de leche de almendras todos los días, no tendrá efectos negativos en la glándula.
Prohibida para los bebés
Al igual que la tendencia a sustituir la leche de vaca con leche de soya en el biberón del bebé, el reemplazo con leche de almendras es igualmente peligroso. La leche de almendras no es una fuente adecuada de nutrición para un bebé. Si la leche materna o la fórmula se sustituye por leche de almendras, el bebé sufrirá de desnutrición y probablemente desarrollará complicaciones de salud para toda la vida.
Incluso, la alimentación ocasional de leche de almendras (alterando con leche materna o de fórmula) es peligrosa y no es recomendable. Estudios del Colegio Estadounidense de Nutrición han demostrado que los bebés que toman leche de almendras desarrollan la enfermedad tiroidea autoinmune. La concentración de los productos químicos generadores de bocio en relación al cuerpo de un bebé es mucho mayor que cuando son consumidos por un adulto. Por lo tanto, incluso con moderación, los alimentos como la leche de almendras se deben evitar durante la infancia.
Demasiada dulzura
Una de las desventajas más evidentes de la leche de almendra es que posee un porcentaje alto de azúcares. Aunque la leche de almendras no contiene azúcar naturalmente, la mayoría de fabricantes la añaden para mejorar el sabor.
La mayoría de las opciones que hay actualmente en el mercado tienen alrededor de 20 gramos de azúcar por porción. Afortunadamente, ahora hay marcas de leche de almendras sin azúcar en el mercado que contienen menos de 1 gramo de carbohidratos por porción. Por esta razón, se recomienda nuevamente revisar la etiqueta para salir de dudas.
Cómo hacer la leche de almendras
Elaborar la leche de almendras en casa es sumamente sencillo y fácil. Además, se convierte en una excelente alternativa para quienes sufren de alergia o de intolerancia a la lactosa, dado que solo contiene entre sus ingredientes almendras y agua, y nos aporta una interesantísima cantidad de beneficios y propiedades nutricionales.
Ingredientes:
- 1 taza de almendras crudas (sin sal ni aceites)
- 3 tazas de agua
Pasos para hacer la leche de almendras:
- Pon en un bol con agua las almendras crudas, y déjalas en remojo toda una noche, o bien durante al menos 5 horas.
- Pasado este tiempo retira el agua y enjuaga bien las almendras, varias veces con agua limpia y fría.
- Pon las almendras lavadas en una licuadora, añade los 3 vasos de agua y bátelo todo bien hasta que quede una pasta.
- Ahora utiliza un recipiente, y encima de él coloca una malla fina o un colador de tela, para colar la bebida.
- Una vez colada, reserva la leche en botellas de cristal con cierre hermético, y guarda la pasta de almendras para hacer salsa o para utilizarla en platos.
Si lo deseas, puedes consumir esta leche antes de 4 días, para evitar que se estropee.
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