A la hora de lavarnos el cabello muchas veces sin darnos cuenta cometemos algunos errores que pueden terminar dañando nuestro cuero cabelludo. Para tener un pelo saludable tenemos que seguir algunos pasos que tal vez estés haciendo mal:
Aplicar el acondicionador en todo el cabello. Solo si tienes el cabello muy debilitado y seco deberías aplicarlo en la raíz, pero lo mejor es optar por ponerlo siempre de medios a puntas. Y es que, si te fijas, los enredos suelen generarse en la parte más baja de nuestro cabello, ya que suele ser la más seca y quebradiza.
Lavarlo todos los días. La verdad es que no hay una fórmula secreta. Lo único que podemos corroborar es que lavarlo todos los días no es bueno, tengamos el pelo muy seco o bien muy graso. Y mientras que algunos profesionales indican que en verano es necesario hacerlo día sí, día no; otros insisten en que lavarlo una vez a la semana es más que suficiente. Todo depende de cómo sea nuestro cabello y el tratamiento al que lo sometamos. Si tenemos las raíces naturalmente grasas, tendremos que lavarlo más a menudo, pero utilizando un tratamiento correcto que regule el sebo que produce nuestro cuero cabelludo podremos espaciar los lavados un poco.
Ducharnos con agua muy caliente. ¿Sabías que el agua caliente es uno de los principales causantes de la sequedad capilar? Es también el culpable de que nuestro cabello pierda el brillo y el color casi sin darnos cuenta. ¿Sueles teñirte el cabello? Más importante aún: un uso continuado de agua caliente puede llegar a decolorarlo. Además, el calor dilata la cutícula del cabello por lo que este está mucho más propenso a caerse y romperse con facilidad. El acierto está en el equilibrio: utiliza siempre agua templada.
Utilizar demasiado champú. Nuestro tratamiento no será más eficaz si utilizamos más cantidad. Si tenemos la sensación de que nuestro pelo está muy sucio, lo mejor es lavarlo dos veces seguidas y no utilizar una gran cantidad de producto en un solo lavado. Si tienes el pelo naturalmente graso, opta por pasarte a la técnica del double shampoo como ya han hecho miles de peluquerías y expertos. De esta forma eliminarás todo la grasa que genera nuestro cuero cabelludo y de forma más eficaz.
Secar el pelo con una toalla. Son muchos los estilistas que recomiendan no utilizar nunca una toalla para secar el cabello. Las razones son varias. Por un lado, la forma más rápida de eliminar la humedad es mediante el algodón. Por otra, solemos reutilizar nuestras toallas y dejarlas en ambientes húmedos, como en el propio baño: una toalla nunca termina de secarse del todo y acapara, consigo misma, más bacterias a lo largo de los usos. Las toallas de microfibra tampoco son una buena opción: su función, más que secar y absorber el agua, es la de repelerla. ¿Cuál es la mejor forma de secarlo? Con camisetas de algodón que yo no utilicemos.
Cambiar continuamente de productos. Desde siempre ha existido el mito de que nuestro cabello necesita diferentes tipos de productos capilares porque se acostumbra a ellos y dejan de ser eficaces. La realidad es que el cabello nunca se acostumbra a una determinada formulación. De hecho, los especialistas recomiendan utilizar el mismo champú y acondicionador entre 2 y 4 meses ya que es el tiempo en el que nuestro cabello tiene tiempo de recibir todos los nutrientes del producto.
Dejar los botes abiertos. Parece algo sin importancia, pero la tiene. Nuestro continuo descuido podría arruinar ese acondicionador que tanto nos gusta. Y es que algunos componentes, al entrar en contacto con el aire, pueden perder sus facultades y dejar de ser tan efectivos. Por ejemplo, la mayoría de fórmulas contienen agua, y es uno de los ingredientes que suele evaporarse más rápidamente. Ten cuidado sobre todo si utilizas productos naturales: mantenlos bien cerrados y evita que ningún otro ingrediente entre en ellos.
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