La dieta según el grupo sanguíneo fue dada a conocer por dos naturópatas norteamericanos, los Dres. James y Peter D´Adamo, padre e hijo, quienes afirman que de acuerdo a su tipo de sangre, se puede indicar la forma de comer de una persona, para recuperar el peso que le corresponde.
Según este método, al adaptar la alimentación de acuerdo al grupo de sangre, se perderá peso, mejorará el sistema inmunológico, retrasará el envejecimiento y sanará de sus enfermedades.
Este sistema se basa en la creencia de que según los alimentos que se consuman y el grupo de sangre, se produce una reacción química en el organismo, capaz de beneficiar a la persona o causar efectos adversos. Esta es la razón de que al seguir el tipo de dieta que le corresponde, se puede bajar de peso y mejorar la salud en general.
Los tipos de sangre son cuatro: A, AB, B y O, a continuación detallaremos cada uno de estos grupos sanguíneos, iniciando con el grupo O, que es el más común en nuestra población.
Tipo O
Su dieta: el O es considerado el tipo de sangre original, descendientes de los cazadores-recolectores de la prehistoria. La historia genética ha hecho que sean buenos para digerir alimentos de origen animal.
¿Qué comer?
Prepara recetas con carne de res, cordero, pollo y varios tipos de pescado. Incluye también los mariscos y algunos platos con algas marinas.
¿Qué no comer?
Evita los productos lácteos, los huevos y el gluten; el tipo O tiene dificultades para digerirlos. Lo mismo sucede con el trigo y las legumbres que contribuyen a la retención de líquidos.
Tipo B
Su dieta: la sangre tipo B surgió cuando los tipos O comenzaron una vida nómade en el Himalaya, domesticando animales, viviendo de la carne y los productos lácteos. En este sentido, la persona de tipo B debe basar su dieta en la carne roja magra así como en el pescado o el pavo. Además, los lácteos como el yogur, el queso y la leche son alimentos básicos que deben estar presentes todos los días.
¿Qué comer?
Prepara recetas con hojas verdes y verduras. La fruta nunca debe faltar, así como los platos con carne.
¿Qué no comer?
Evita las semillas, el pollo, el maíz y otros granos; además de los frutos secos.
Tipo A
Su dieta: las personas con sangre tipo A tienen enzimas y bacterias especializadas en digerir granos y plantas, más que el resto de las otras personas. Por esta razón, se recomienda una dieta libre de carnes y más que nada basada en frutas y verduras.
¿Qué comer?
Elige recetas de ensaladas y siempre ten fruta a mano. Las proteínas puedes conseguirlas de los frutos secos, las semillas y la soja. También es importante incorporar cereales, panes y recetas con pastas.
¿Qué no comer?
Evita el azúcar, la cafeína y el alcohol. Pero sobre todo, no saltees ninguna comida.
Tipo AB
Su dieta: debido a que comparten rasgos con el tipo A y B pueden digerir una gran cantidad de alimentos. Las carnes son una buena opción pero deben consumirse con moderación. Su dieta deberá basarse en verduras, mariscos y pavo; sin dejar de lado los productos lácteos.
¿Qué comer?
Recetas con tofu, platos con mariscos y muchos pero muchos vegetales. El salmón y el atún son perfectos para este tipo de sangre.
¡Intenta!: sabrosa y nutritiva sopa de salmón con fideos
¿Qué no comer?
Evita las naranjas ya que el tipo AB tiene mayores dificultades para digerir alimentos ácidos. Consume con moderación carnes ahumadas, pollo, cerdo y ternera.
¿Comprendes por qué es tan importante conocer nuestro cuerpo? Comer según el tipo de sangre puede ayudarte a mejorar tu salud y potenciar los beneficios de las recetas sanas.
No puedo afirmar completamente que esta es la solución completa a todos los problemas, pero con intentar no se pierde nada. Comienza hoy mismo con un menú saludable según tu grupo sanguíneo y cuéntame en los comentarios cómo te ha ido.
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