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martes, 6 de octubre de 2015

Desintoxicación Emocional

Muchas veces sentimos que no podemos más. Levantarnos de la cama resulta toda una proeza, y cuando estamos tristes, desmotivadas y con las vibraciones energéticas por el suelo, necesitamos un empujón que nos haga reaccionar. Pero tocar fondo no es tan malo como parece; cuando nuestros pies chocan con el piso, impulsarnos es algo irremediable: subir y salir a flote es nuestro siguiente paso. No es un proceso fácil, desintoxicarnos emocionalmente no se logra de un día para otro. Sin embargo, podemos obtener resultados estupendos si seguimos estos cuatro pasos:

Duerme. Realmente no hay mejor manera de desintoxicar y recargar nuestro cuerpo y mente.Cuando no duermes lo suficiente, tu cuerpo no tiene tiempo para reparar el desgaste del día anterior, tanto a nivel físicos como emocional. Nos levantamos cansados e irritados, y vamos lentas antes si quiera de empezar. Adopta una rutina regular de sueño y síguelo cada noche.

Hidrátate. Es de sentido común, pero ¿con qué frecuencia bebes agua? Prueba a contar el número de vasos que bebes al día. Empieza a primera hora de la mañana tomando un vaso de agua antes del café, y no salgas de casa sin una botella de agua de 1,5 litros que te acompañará durante todo el día. Añadir el zumo de medio limón favorecerá el proceso de desintoxicación del hígado.

Cepíllate. Cepillar la piel seca antes de la ducha es una manera fácil de limpiar nuestra piel.Eliminamos las células muertas de la piel al tiempo que estimulamos la circulación, ayudando al cuerpo a fluir mejor.

Respira. Recuerda que se expulsan una gran cantidad de toxinas a través de la respiración todos los días. La mayoría de nosotras, sin embargo, no respiramos correctamente. Tomamos respiraciones cortas, poco profundas y rápidas que no llevan el oxígeno necesario a nuestro cuerpo. Debemos ser conscientes de nuestra respiración, relajarnos y respirar profundamente desde la parte inferior del diafragma.

Ejercicio. Una vez más el sentido común, el sudor es otra manera de deshacerse de las toxinas, tanto física como emocionalmente. Todos hemos sentido esa sensación de bienestar después de hacer ejercicio, porque nuestro cuerpo libera endorfina que nos hacen sentir bien. Tampoco hay mejor manera de olvidar las preocupaciones del día, y lo más efectivo es establecer una rutina. A primera hora de la mañana, durante el almuerzo o después del trabajo, ir al gimnasio, salir a correr, o dar un paseo. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

Estira. ¿Sorprendida? El estiramiento es realmente tan importante como el ejercicio. Cuando hacemos ejercicio, depositamos los ácidos en los músculos. El estiramiento ayuda a empujar el ácido hacia fuera, haciendo que nos sintamos más ágiles y relajados. Prueba un poco de yoga o dedica por lo menos 15 minutos a estirar después de hacer ejercicio.

Diente de león en té. Es un desintoxicante natural y un diurético a base de hierbas, prueba una taza al día durante los próximos tres días y notarás los beneficios.

Díez minutos de tranquilidad. ¿Te siente estresada? Abrumada por el tráfico, las quejas de tu jefe, o la lucha diaria con los niños? El primer paso hacia una desintoxicación mental es dedicar 10 minutos todos los días al silencio. Investigaciones demuestran que todo el ruido de nuestro alrededor nos estresa. Ves a un lugar tranquilo y un momento en el que sepas que nadie te interrumpirá. Si lo necesitas pónte música relajante, exhala con respiraciones profundas y agradables, y siente como las toxinas se van diluyendo en cada respiración..

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