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martes, 28 de junio de 2016

Tips Para Bajar De Peso Despues Del Embarazo


Si acabas de tener un bebé, antes que nada, déjame felicitarte. Seguro que muchos momentos maravillosos están por venir.

Pero ahora con todas las nuevas emociones, obligaciones y actividades que te esperan no debes olvidar tu salud. Volver a un peso saludable en un tiempo razonable es importante para que te sientas bien contigo misma y tengas toda la energía que necesita una nueva mamá.

La mitad del peso ganado en el embarazo se pierde en las primeras semanas. La otra mitad debe perderse en los meses siguientes (aproximadamente seis meses). Permitirte a ti misma mantener algo (o todo) del peso del embarazo por un tiempo mayor a este con la justificación de que “es normal”, “ya pasará” y “no es momento de preocuparme por la dieta” no solo incrementará tu riesgo de enfermedades, sino que además te hará sentir descontenta contigo misma. Por otro lado, hacer dietas drásticas para intentar volver a tu peso de inmediato también pondrá en riesgo tu salud, incrementará las posibilidades de que recuperes el peso después y reducirá tu producción de leche. Así que te dejo algunas recomendaciones para que bajes de peso después del embarazo sin caer en ninguno de los dos extremos.
  • Amamanta a tu bebé. Ya en otro momento he hablado de todos los beneficios de la lactancia materna tanto para el bebé como para la madre, así que por ahora solo quiero recordarte que debes intentar por todo los medios amamantar a tu bebé el mayor tiempo posible. ¡Aprovecha que amamantar te hace quemar más de 300 calorías diarias!
  • Olvida las dietas drásticas o muy bajas en calorías. Si bien las dietas para adelgazar rápido no son muy recomendables casi para nadie, menos los son para ti en este momento. Una dieta muy estricta podría reducir tu producción de leche, comprometer su calidad o generarte deficiencias de nutrimentos importantes como el calcio. Además, mientras sigues una dieta muy baja en calorías podrías sentirte cansada y sin energías para atender a tu bebé.
  • Date tiempo para desayunar. Las nuevas mamás con frecuencia se enfrentan a una y mil tareas que las mantienen ocupadas todo el día haciendo que incluso se olviden de comer. No permitas que esto te pase. Recurre a la ayuda de tu pareja, familiares o amigos para que te ayuden a preparar alimentos y/o atender al bebé para que no omitas tu desayuno, ni ninguna otra de las comidas del día. Aunque parece contradictorio, dejar de comer, puede hacerte más difícil la pérdida de peso a largo plazo.
  • Come varios refrigerios a base de verduras, frutas y proteína. Date tiempo para comer dos o tres refrigeriosal día. Piensa en cosas sencillas de preparar, servir y comer, pero ricas en fibra, agua y proteínas. Si además son ricas en calcio mucho mejor. Piensa en cosas como tiras de verduras crudas con queso cottage, frutas frescas con yogurt bajo en grasa, pequeñas porciones de nueces, o algo parecido.
  • Come despacio. Una vez más, no quieras hacer todo tu sola. Recurre a la ayuda de tus seres queridos para que al menos mientras comes puedas tomarte tu tiempo. Comer de prisa te hace comer en exceso y comer cosas poco saludables.
  • Sírvete en platos pequeños. “Engaña” a tu cerebro sirviendo tu comida en platos pequeños y vasos delgados para reducir un poco el tamaño de tus porciones. La moderación es clave para conseguir tu objetivo.
  • Bebe suficiente agua. Mientras amamantas necesitas grandes cantidades de líquido. Toma entre 10 y 11 vasos de agua al día, pero evita las bebidas azucaradas. La necesidad de tomar bebidas muy energéticas como atoles o cerveza se basan más en mitos que en la realidad. Si tomas suficiente agua, llevas una dieta saludable y pones a tu bebé a succionar con frecuencia producirás suficiente leche.
  • Reduce tu consumo de grasa saturada y azúcar. Es probable que durante el embarazo te hayas “consentido” un poco con algunos antojos dulces o grasosos. Si es así para ya. Aún con el gasto de calorías adicional que acarrea la lactancia, abusar del azúcar y las grasas te impedirá perder peso y hasta podría hacerte ganar más.
  • Pasea a tu bebé en la carriola. Si no tienes tiempo de ir al gimnasio o aún no te sientes lista para volver, empieza por caminar diariamente empujando la carriola mientras paseas a tu bebé. Poco a poco alarga el recorrido o incrementa la velocidad a la que caminas.
  • Procura dormir mientras tu bebé duerme. Se ha comprobado que dormir mal favorece la ganancia de grasa corporal. Así que mientras tu bebé duerme olvida las labores domésticas, apaga el televisor, desconéctate del teléfono y las redes sociales y duerme también.

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